Suplementos para Estar Sanos - Dr. Pablo Peña

Suplementos para Estar Sanos - Dr. Pablo Peña

Equipo Vitamin Shoppe

En el consultorio los pacientes me preguntan a diario:

 ¿Doctor, es necesario tomar suplementos si ya me alimento bien?

Es una linda pregunta para analizarla a profundidad.

¿Qué es un suplemento?

Existen varios tipos de suplementos en este segmento de la salud que ha tenido mucho crecimiento. Cada vez hay más respaldo científico, y hoy en día encontramos nutrientes como vitaminas, minerales, grasas, aminoácidos, fitoterapicos, flavonoides, entre otros.

Existe una lista enorme de nutrientes que son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Entre los más conocidos están las Vitaminas C, E, D, K, A; los minerales como Magnesio, Zinc, Selenio, y Calcio; las grasas Omega 3; y aminoácidos específicos como Isoleucina, Leucina, Valina. Muchos de estos los encontramos a diario en la alimentación, pero también en suplementos en capsulas.

Pero, ¿Por qué actualmente ha aumentado el consumo de suplementos?

Lo que ocurre y siempre repito en mi consultorio, es que el estilo de vida del Siglo XXI ha cambiado bastante, sobre todo en las grandes ciudades. Nuestros abuelos vivían de forma distinta a la nuestra: su alimentación era más natural, y sus horas de trabajo y descanso, compromisos, y tecnologías eran distintas. Es decir, nuestra vida cambio y nuestro cuerpo necesita mayor cantidad de nutrientes, porque le exigimos más.

Comparemos la vida en 1900 cuando aún no existía la luz ni la televisión, y a las 20:00 horas toda la familia ya estaba preparándose para dormir. No existían los automóviles por lo que  el desplazamiento era a caballo o caminando, ni se pensaba en el celular o la computadora, no se quedaban despiertos viendo una película hasta las 23:00 horas, no se desplazaban manejando 10 kilómetros a diario. Todo ese ajetreo diario utiliza nutrientes. Nuestro cuerpo necesita una mayor cantidad de nutrientes debido a que el estrés gasta nutrientes, un día agitado de trabajo gasta nutrientes, el ejercicio físico gasta nutrientes. Nos volvimos altos consumidores de nutrientes.

¿Y consumimos estos nutrientes en nuestras dietas?

Un estudio publicado en junio de 2014 por profesionales del departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas nos da una indicación. En dicho estudio determinaron los niveles de Vitamina D en sangre de 100 estudiantes y funcionarios del Hospital de Clínicas de la Universidad Nacional de Asunción y encontraron que el 64% de los participantes presentaba insuficiencia y deficiencia de dicha vitamina (es decir niveles de menos de 10 a 20 ng/dl, mientras que la concentración ideal es mayor a 30 ng/dl). Estos resultados son alarmantes teniendo en cuenta que la Vitamina D es necesaria para mucho más que el correcto metabolismo del calcio. Sin menospreciar los riesgos de la osteoporosis, es importante destacar que la Vitamina D es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema inmune. Las personas deficientes en Vitamina D son candidatas a  complicaciones ante eventuales infecciones respiratorias o de otro tipo. Es interesante tener esto en cuenta sobre todo con la Pandemia de COVID 19 – existen cada vez más estudios que respaldan dicha afirmación. Niveles bajos de vitamina D también se relacionan con mayor incidencia de cáncer. El estudio hecho por el Hospital de Clínicas en Paraguay es relativamente pequeño, pero es consistente con lo que veo a diario en mi consultorio – ¡un déficit de Vitamina D en la mayoría de los pacientes a pesar de que vivimos en un país donde el sol es intenso! Muchas veces lo olvidamos, pero estamos la mayor parte del tiempo bajo techo y cubriendo la piel con protectores solares o la ropa. Recordemos que 90 % de esta vitamina se obtiene del sol.

Así también veamos los resultados de otros estudios, como el estudio NHANES (The Health and Nutrition Examination Survey) que incluyo 2800 pacientes de 1 a 74 años de edad en 6 áreas de Estados Unidos y encontró que:

  • 9 de cada 10 mujeres tenia insuficiencia de hierro en la dieta;
  • 1 de cada 2 mujeres tenía deficiencia de calcio en la dieta.

También podemos analizar datos del estudio Ten-State Nutritional Survey que incluyo 86.000 pacientes y encontró que:

  • 1 de cada 4 hombres presentaban deficiencia de vitamina A
  • 1 de cada 3 mujeres presentaban deficiencia de vitamina A
  • 1 de cada 3 pacientes presentaba deficiencia de vitamina B2.

Entonces la siguiente pregunta a hacernos es:

¿Tendré yo un déficit de nutrientes?

No tan sencillo de evaluar. Existen estudios laboratoriales básicos como los realizados por los profesionales de la Universidad Nacional de Asunción, así como también otros estudios más sofisticados que realizan laboratorios en Estados Unidos o Europa.

Pero si te puedo asegurar que, si vivís cansado, si se te cae el pelo o es muy frágil, tenes la piel seca, te sangran constantemente las encías, las uñas débiles, moretones a repetición en la piel, entre otros signos o síntomas, tu cuerpo puede estar con un déficit de nutrientes y es allí donde se vuelve fundamental suplementarse. Ante este tipo de síntomas, debe haber una evaluación por un profesional capacitado para ello.

Algunos de los suplementos que más recomendamos a los pacientes hoy en día son: las vitaminas que participan en el buen funcionamiento del sistema inmune para mantenerlo fuerte, como las vitamina A, C, E y D (recomendamos antes medirla en sangre); minerales como Zinc, Selenio, Magnesio; aminoácidos como la Glutamina que actúa como un neurotransmisor, ayuda al cerebro, y también es utilizado por las células del intestino para mantenerlo sano; y el Resveratrol que es un antioxidante y prebiótico que ayuda a evitar los efectos del estrés oxidativo.

¿Nos pueden hacer daño?

Los estudios demuestran que el mayor daño que puede generar un suplemento como los antes nombrados en sus dosis normales, es no tener efecto demostrable. Pero en general no presentan efectos adversos como los de un medicamento químico, o dejan de observarse al dejar de consumirlo. Es por eso que son de venta libre, pero de igual manera siempre recomendamos de forma ideal consumirlos bajo los cuidados de un profesional entrenado para ello. Recordemos también que no todos los profesionales de la salud saben utilizar suplementos, y todavía existen muchos médicos que no están familiarizados con sus beneficios.

Tenemos a estos nutrientes como aliados para un mejor desempeño en los estudios, el trabajo y los deportes, y para un envejecimiento saludable. Es una realidad que debemos tener en cuenta actualmente. Sumados a una buena alimentación, ejercicio físico regular, buen sueño, manejo del estrés – todos en conjunto nos ayudaran a estar sanos y mejorar nuestra calidad de vida.

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